Poco a poco el territorio nacional va cambiando de Redes Inalámbricas a Redes de Fibra Óptica FTTH, siendo el usuario final el gran beneficiario, pudiendo acceder a redes de comunicaciones ultrarrápidas.
Comenzaron los despliegues en los grandes cascos urbanos, y poco a poco va completándose en zonas menos pobladas o incluso aisladas.
En las zonas de baja densidad de población, los usuarios finales veían reducidas sus opciones a la hora de contratar un servicio. Se abocaban a utilizar tecnologías ADSL o inalámbricas, insuficientes o con una calidad no comparable a las nuevas redes cableadas de fibra óptica.
Estas poblaciones eran el foco de atención de operadoras locales que daban su servicio a través de tecnologías inalámbricas. Ofrecían conexiones de alta velocidad y a un precio muy competitivo.
Hasta ahora los despliegues de red de fibra óptica en zonas de baja densidad eran inviables, debido al bajo coste en relación al retorno de la inversión. Poco a poco esto va cambiando debido a las ayudas y subvenciones para el despliegue de redes ultrarrápidas.
Implicaciones del despliegue FTTH en zonas poco pobladas
Con la ayuda de subvenciones (normalmente supeditadas a haber realizado previamente despliegues FTTH y que en dichas zonas no existan conexiones ultrarrápidas), las grandes operadoras están realizando despliegues en las zonas mencionadas a coste prácticamente nulo.
Ofrecen servicios de mayor calidad que los otros operadores de redes inalámbricas, poseedores de gran parte del mercado en estas zonas.
Una vez desplegadas estas redes de fibra óptica la fuga de clientes hacia los operadores tradicionales es imparable y sin retorno. Debido a la calidad del servicio ofrecido y las condiciones de permanencia que se imponen con frecuencia.
¿Cómo proteger la cartera de clientes?
No hay otra solución posible que adelantarse al movimiento de las operadoras tradicionales, y desplegar nuestra propia red de fibra óptica en estas poblaciones.
Pese al alto coste económico que esto supone, la inversión es necesaria. El beneficio de la migración de tecnologías inalámbricas a la fibra óptica, no es solo ganar clientes o aumentar los ingresos, sino más bien proteger nuestra cartera de clientes.
Tener desplegada nuestra red FTTH no solo permite adelantarse al resto de operadoras sino que impide, en parte, que muchas de las ayudas y subvenciones se otorguen a otros operadores que pretenden desplegar sus redes en la zona, haciendo que no sea viable para estas operadoras.
En resumen, la actualización de nuestras redes a redes FTTH no es un proceso rentable a corto plazo pero es completamente necesario si queremos proteger nuestro negocio de otros operadores que pretendan desplegar en nuestra zona de cobertura.
Si desea informarse acerca del cambio de Redes Inalámbricas a Redes de Fibra Óptica, consulte con nuestro equipo y le asesoraremos de forma personalizada.