La transformación en el sector de las telecomunicaciones es inminente. Los operadores de telecomunicaciones se preparan para afrontar uno de los mayores retos, la implementación de las infraestructuras gigabit, que trae consigo nuevas funcionalidades y beneficios para los clientes.
Para los operadores de telecomunicaciones esto supone una serie de desafíos que van desde el aumento de las inversiones y las barreras que genera el cumplimiento normativo hasta los cambios en las expectativas de los clientes.
Global Telecomunicaciones EY ha identificado los 10 grandes retos que deberán enfrentar los operadores de telecomunicaciones en este 2019 lleno de cambios.
Principales riesgos para los Operadores de Telecomunicaciones
Crecimiento digital y estrategia de diversificación
El crecimiento acelerado de los modelos de negocios digitales ha puesto en alerta a muchos directivos de la industria de las telecomunicaciones, hasta el punto de volverlos su prioridad.
El sector deberá revisar su modelo de negocio e incorporar estrategias corporativas que le permitan aprovechar los factores de crecimiento orgánico, y a su vez que vayan de la mano con los avances que ofrecen el Internet de las Cosas (IoT) y la conectividad 5G.
Exigencias sobre privacidad y seguridad
Siempre la confianza que se genere en el área digital es relevante, tanto para los consumidores como para los operadores, que ponen mucha atención en aspectos fundamentales como la protección de los datos.
A pesar de grandes acciones en pro de la seguridad digital que han realizado los operadores como el compliance, todavía se puede hacer más, por lo que la confianza se ha convertido en un atributo para el modelo de negocio de las operadoras de telecomunicaciones, ya sea para cumplir con la normativa o para generar credibilidad entre los operadores.
Implantación de iniciativas internas de digitalización
Los cambios en el área de las telecomunicaciones se ha convertido en una constante, por lo que las estrategias de transformación no son nuevas para los operadores. Convertir su modelo de negocio clásico en uno digital no es tarea fácil, la hoja de ruta debe ser los más exacta posible y el escenario es complejo.
Es necesario tener una visión integral de las tecnologías emergentes que permitan superar las barreras para la implementación de las nuevas tecnologías dentro de la organización.
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Planificación y diseño del equipo laboral
El nuevo ciclo tecnológico al que se enfrenta la industria de las telecomunicaciones supone contratar perfiles digitales que aún siguen siendo pocos para la demanda a cubrir.
Este déficit debe ser tomado como una debilidad prioritaria y para la cual deben implantarse estrategias que aumenten la productividad y el compromiso de los empleados, ayudando a mejorar la experiencia a sus clientes.
Superar las barreras sobre la inversión
El avance tecnológico supone una nueva oleada de inversiones en redes de 5G hasta la tecnología de fibra “gigabit”. Aunque para los teleoperadores diferenciar la calidad de la red sigue siendo vital, maximizar el retorno de la inversión no ha sido una tarea fácil mientras siguen creciendo las exigenciaS de capital de todo el sector.
En este momento donde las operadoras están en busca de una cartera más diversificada de activos de red, el apagón de las infraestructuras, la escisión de divisiones de negocio (spin off) y la obligación de abrir redes y servicios a los competidores tendrán más protagonismo.
Navegar entre escenarios disruptivos
Ciertos factores como la creciente demanda por parte de las empresas de conectar dispositivos inteligentes a la red y la necesidad de aumentar la cobertura de red en zonas remotas, ofrece la oportunidad a los operadores de crear nuevas experiencias para sus clientes.
Al igual actúa como un punto de entrada para empresas disruptivas. A medida que la tecnología 5G crece, mitigar estas amenazas disruptivas debe convertirse en prioridad.
Gestión de las carteras de inversión
La reacción de varios factores en conjunto tras una integración, que va a la par de un crecimiento inorgánico, sigue siendo un hándicap para muchas compañías.
Conseguir mejorar los ingresos se ha vuelto cuesta arriba. Esto aunado al hecho de que las fusiones y adquisición de empresas de diferentes tamaños y orígenes se puedan producir, agravan el reto que supone una integración en la retención de talentos o la incorporación de activos tecnológicos.
Adaptación a la regulación
El acelerado avance de las tecnologías obliga a una evolución del marco regulatorio en aspectos como la liberación del espectro, la protección de datos o la normativa contable.
Encontrar un equilibrio entre los cambios regulatorios por parte de organizaciones nacionales e internacionales es un punto crítico. Más en un momento en que el sector de las telecomunicaciones se encuentra en el centro de las políticas industriales, que se basan en las peticiones de protección de los Stakeholders
Implicación del sector público y del resto de sectores económicos
Dentro del desarrollo de la sociedad digital, las empresas de telecomunicaciones actúan como un agente catalizador, pero no es suficiente. Falta un mayor compromisos con el resto de las industrias y el sector público.
Esta acción demanda un gran capacidad, por parte de los operadores, de liderar ecosistemas emergentes y mostrar propuestas de valor.
Lo que ayudará a construir su credibilidad en mercados adyacentes y aprovechar al máximo las exigencias que conlleva la convergencia.
Integración de múltiples opciones de innovación
Las empresas de telecomunicaciones deben idear e implementar estrategias de integración que sean diversas y fructíferas.
Establecer alianzas con startups da acceso a nuevas ideas, mientras que actividades de venture capital son cada vez más sustanciales para el sector.
Este escenario de opciones diversas exige aprovechar las oportunidades, siempre enfocadas en la innovación integral. Así como la conexión adecuada entre la organización y estas iniciativas, asegurando que se produzcan los flujos de comunicación necesarias.
